Facto diario número 94.
La carrera por alcanzar la Antártida
¿Sabías que hubo una vez una competición para ver quién llegaba antes al Polo Sur y que acabó peor que C en el cumple de MA? Pues sí, en pleno “invierno crudo”, como diría Antonio, un noruego con más cara que espalda, Roald Amundsen, y un inglés menos luces que un barco pirata, Robert Scott, decidieron enfrentarse al infierno helado de la Antártida.
Amundsen, que era fan de los dibujitos estos del Oso Berni, llegó al Polo con trineos tirados por huskies. Scott, en cambio, decidió usar ponis. PONIS. En un lugar donde hace más frío que en la comunión del pingu, este señor pensó que los caballitos serían buena idea. Spoiler: no lo fue.
El final, duro como la vida misma, nos dejó a Scott y su equipo alcanzando el Polo Sur totalmente reventados sólo para darse cuenta de que los noruegos ya habían puesto su bandera, y en el viaje de vuelta acaban enterrados en el hielo, más tiesos que la reina de Inglaterra, que en paz no descanse. Y Amundsen, claro, se llevó la medalla, demostrando que Neutrogena se folla al té con pastas.
Pero por lo menos a Scott le dedicó Mecano una canción que está tremenda