Facto diario número 127.
“Waterloo” fue la primera canción ganadora de Eurovisión interpretada en un idioma distinto al oficial del país participante. En 1974, el reglamento permitía temporalmente cantar en cualquier idioma, y ABBA optó por el inglés para ampliar su alcance internacional. Este cambio estratégico no solo les dio la victoria, sino que también catapultó su carrera a nivel mundial.
Además, la actuación de ABBA en Brighton fue revolucionaria para la época: trajes llamativos, botas de plataforma y una coreografía enérgica que rompía con la tradición de baladas solemnes del concurso. Incluso el director de orquesta, Sven-Olof Walldoff, se presentó disfrazado de Napoleón, en sintonía con la temática de la canción.
Este enfoque rompedor no solo les aseguró la victoria con 24 puntos, sino que también marcó el inicio de una nueva era en Eurovisión, donde el espectáculo visual y la innovación musical comenzaron a tener un papel protagonista.
Desde entonces, “Waterloo” no solo es recordada como una canción ganadora, sino como un hito que transformó el Festival de Eurovisión y lanzó a ABBA al estrellato mundial.