Facto diario número 114.

Del Mito al Facto: Bolívar al desnudo

Simón Bolívar ha sido elevado al panteón de los héroes latinoamericanos como el gran Libertador, el hombre que libró a América del yugo español y soñó con una gran unión continental. Sin embargo, detrás de esta imagen mítica se oculta una historia mucho más oscura, plagada de contradicciones, errores estratégicos y un despotismo disfrazado de idealismo.

Los Inicios de un Aristócrata

Lejos de ser un hombre del pueblo, Bolívar nació en el seno de una de las familias más ricas de Caracas en 1783. Criado en un entorno de privilegio, con acceso a la mejor educación de la época, Bolívar fue moldeado por las ideas ilustradas, pero también por una visión aristocrática del poder. No se trataba de un luchador por la justicia social ni un defensor de los oprimidos, sino de un criollo que quería arrebatar el control a la corona española para ponerlo en manos de una nueva élite local.

La Rebelión y el Caos

Cuando estalló la independencia en 1810, Bolívar se sumó a la causa, pero su carrera militar estuvo marcada por fracasos iniciales. En su primer intento de liberar Venezuela en 1812, la república cayó rápidamente ante las fuerzas realistas, y Bolívar huyó. En 1814, repitió los mismos errores estratégicos, lo que llevó a la catastrófica caída de la Segunda República y a una brutal represión sobre los patriotas. Fue solo con la ayuda extranjera, en particular de los ingleses y haitianos, que logró reagrupar su ejército y seguir su lucha.

Bolívar también recurrió a la guerra total para imponerse, adoptando una política de “guerra a muerte” en la que ordenaba la ejecución de prisioneros realistas, incluso civiles. Sus campañas militares estuvieron llenas de saqueos, violencia y masacres, como la ocurrida en Santa Fe de Bogotá tras su entrada en 1814.

Traiciones y Eliminación de Compañeros de Revolución

La Persecución de Francisco de Paula Santander (1828): Santander, aliado clave en la independencia, se convirtió en rival cuando Bolívar impuso un gobierno centralista. En 1828, tras un atentado fallido contra Bolívar, este lo utilizó como excusa para eliminar opositores. Santander fue arrestado y condenado a muerte, aunque luego exiliado.
La Ejecución de Manuel Piar (1817): Piar, un brillante general mestizo, representaba una amenaza para Bolívar con su postura radical a favor del pueblo. Fue arrestado y fusilado bajo órdenes de Bolívar, eliminando así un rival político incómodo.
El Caso de Miranda (1812): Francisco de Miranda firmó la capitulación de 1812 para evitar más muertes, pero Bolívar lo consideró un traidor y lo entregó a los españoles, quienes lo encarcelaron hasta su muerte en Cádiz en 1816.
La Ruptura con sus Generales y la Caída de la Gran Colombia: José Antonio Páez en Venezuela y Juan José Flores en Ecuador se rebelaron contra Bolívar cuando intentó imponer su poder centralista. La Gran Colombia se disolvió, dejando a Bolívar aislado y sin aliados.

La Gran Colombia: Un Sueño Autocrático

Bolívar no solo buscaba la independencia de España, sino también la imposición de un sistema centralista bajo su dominio. La creación de la Gran Colombia en 1819 fue el intento de unificar a Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá en una sola nación, pero su liderazgo rápidamente se tornó autocrático. Se autonombró dictador en 1828, eliminó las libertades democráticas y persiguió a sus detractores. Su sueño de unidad se basaba más en la imposición de su voluntad que en la voluntad de los pueblos.

Las divisiones internas, los celos de otros líderes revolucionarios y su incapacidad para gobernar con estabilidad llevaron a la disolución de la Gran Colombia en 1830. Al final, el “Libertador” terminó rechazado por sus antiguos aliados y sin poder alguno.

Caída en desgracia

En sus últimos años, Bolívar fue un hombre amargado, enfermo y sin apoyo. Abandonado por sus compañeros de lucha y repudiado por muchos de los pueblos que liberó, murió en 1830 en Santa Marta, sin haber logrado su proyecto político y con la Gran Colombia hecha añicos.